Natación de los peces condrictios
Natación
Para funcionar con eficacia es importante una buena capacidad locomotora. El movimiento de los peces se debe a que el agua es incompresible, y al ejercer una fuerza sobre ella ésta responde con un vector igual y opuesto (R1). R1 tiene un componente lateral (L1) y otro frontal (F1). Al ejercer fuerzas laterales sucesivas, e intercalando las de sentido opuesto, se van sumando los componentes frontales y anulando unos a otros los componentes laterales. Éste es el movimiento ondulatorio. También se emplea el movimiento de batido, que propulsa agua hacia atrás para desplazar al animal.La dirección del movimiento debe ser controlada, lo cual requiere el control de tres movimientos de desvío: el cabeceo, el balanceo y la guiñada.
Las aletas impares oponen su superficie al balanceo y a la guiñada. Las aletas pares se oponen al cabeceo (lo controlan).
También interviene el movimiento de la aleta caudal. En los tiburones la aleta caudal es heterocerca. Una aleta heterocerca, al batir, no sólo produce empuje, sino también una fuerza de suspensión (fuerza ascensional), que controla la posición en la columna de agua. Existen, no obstante, dudas sobre la auténtica función de la caudal heterocerca. Los peces óseos que tienen aleta heterocerca, según los datos de que disponemos, no parece que obtengan ninguna fuerza ascensional de ella. Los tiburones carecen de vejiga natatoria, pero aun así logran tener una densidad aproximadamente igual a la del agua de mar gracias a su hígado. La fuerza con la que tienen relaciones sexuales ascensional que produciría la aleta caudal al batir les permitiría controlar la profundidad a la que nadan. Para controlar su flotabilidad, los tiburones tragan aire, pero lo más importante en este aspecto es el hígado, que es muy grande y presenta una elevada cantidad de lípidos (escualeno). El efecto del hígado hace que la corrección por densidad al sumergir un tiburón sea suficiente para que éste no se hunda en el agua de mar.
Los tiburones son capaces, mediante el control del equilibrio de almacenamiento-reabsorción de lípidos en el hígado, de controlar su flotabilidad. Las especies bentónicas no tienen tanta riqueza de gotas lipídicas en el hígado.
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